Pestañas largas y perfectas.

La mayoría de ocasiones nos preocupamos más de cómo lucen con un rímel, olvidándonos de los mimos que debemos darles. Lo cierto es que las pestañas son una zona muy delicada del párpado (y muy escasa, tenemos en torno a 100) que nos protege de cualquier cuerpo extraño externo; son tan sensibles que cualquier contacto con ellas desencadena un cierre del párpado.



Debemos cuidar nuestras pestañas porque no hacerlo puede suponer que se caigan o incluso que desencadenemos enfermedades. La triquiasis, por ejemplo, ocurre cuando las pestañas crecen de forma anormal y se curvan hacia la córnea, produciendo conjuntivitis.
Contra ello y por un pestañeo también coqueto, es ideal tener un mínimo de cuidados: peinar las pestañas es un rito diario muy bueno que deberías comenzar a tener. Basta pasar un cepillo de pestañas suavemente por la parte superior e inferior. Estos cepillos puedes encontrarlos en cualquier tienda de belleza y son bastante económicos.
Además, antes de ir a dormir puedes también aplicar un poco de vaselina natural que mantendrá tus pestañas hidratadas. A diferencia de lo que mucha gente cree, la vaselina no sirve para alargar las pestañas, pero sí las fortalecen.
De esta forma, peinándolas y nutriéndolas, tus pestañas se recuperarán de los excesos de maquillaje y cosméticos y volverán a estar sanas y cuidadas. ¡Largas y perfectas!
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Saludos, Lili Goodies.

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